domingo, 14 de junio de 2015

Háblame con los ojos

"En algún lugar al que nunca he viajado, gozosamente más allá
de cualquier experiencia, tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más frágil hay cosas que me abarcan,
o que no puedo tocar porque están demasiado cerca.
Tu mirada más leve me abrirá fácilmente
aunque me haya cerrado como dedos,
siempre me abres pétalo tras pétalo como la Primavera abre
(tocando hábilmente, misteriosamente) su primera rosa.
O si tu deseo fuera cerrarme,
yo y mi vida nos cerraremos muy bellamente, súbitamente,
como cuando el corazón de esta flor imagina
la nieve cayendo cuidadosa por doquier;
Nada que hayamos de percibir en este mundo iguala
la fuerza de tu intensa fragilidad: cuya textura
me domina con el color de sus campos,
trayendo muerte y eternidad con cada respiro
(Yo no sé qué hay en ti que puede cerrar
y abrir; apenas algo en mí comprende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas".

E. E. Cummings

viernes, 12 de junio de 2015

MOTU PROPRIO

"Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas de sábana y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad o con algo de mano o de pie rozando el cuerpo del que apenas escucha, porque hace tanto que apenas te escucho cuando dices cosas así, eso viene del otro lado de mis ojos cerrados, del sueño que otra vez me tira hacia abajo. Entonces está bien, qué me importa si te has ido, si te has ahogado o todavía andas por los muelles mirando el agua, y además no es cierto porque estás aquí dormida y respirando entrecortadamente, pero entonces no te has ido cuando te fuiste en algún momento de la noche antes de que yo me perdiera en el sueño, porque te habías ido diciendo alguna cosa, que te ibas a ahogar en el Sena, o sea que has tenido miedo, has renunciado y de golpe estás ahí casi tocándome, y te mueves ondulando como si algo trabajara suavemente en tu sueño, como si de verdad soñaras que has salido y que después de todo llegaste a los muelles y te tiraste al agua. Así una vez más, para dormir después con la cara empapada de un llanto estúpido, hasta las once de la mañana, la hora en que traen el diario con las noticias de los que se han ahogado de veras".

El río - Julio Cortázar.

jueves, 5 de junio de 2014

Ciento dieciseis

Ni tú ni yo estamos
en disposición
de encontrarnos.
Tú... por lo que ya sabes.
¡Yo la he querido tanto!
Sigue esa veredita.
En las manos
tengo los agujeros
de los clavos.
¿No ves cómo me estoy
desangrando?
No mires nunca atrás,
vete despacio
y reza como yo
a San Cayetano,
que ni tú ni yo estamos
en disposición
de encontrarnos.

Federico García Lorca 


martes, 13 de mayo de 2014

Plan filosófico

"Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse perdido, sin brújula, sin luz a donde dirigirse. ¿Qué se hace con la vida? ¿Qué dirección se le da? Si la vida fuera tan fuerte que la arrastrara a uno, el pensar sería una maravilla, algo como para el caminante detenerse en un oasis de paz; pero la vida es estúpida, sin emociones, sin accidentes, al menos aquí, y creo que en todas partes, y el pensamiento se llena de terrores como compensación a la esterilidad emocional de la existencia".

El árbol de la ciencia - Pío Baroja 

lunes, 12 de mayo de 2014

Capítulo 18

-Me equivoqué, Candela. Tengo que pedirte perdón por lo del otro día.
-¿Por qué?
-Porque no tengo ningún derecho a ir a tu casa y reprocharte que no me dejaras entrar. No puedo decirte eso. Lo siento. Me di cuenta después. Estuve a punto de mandarte un mensaje.
-Siempre estás a punto de hacer cosas y no las haces. Siempre haces sufrir a quien te rodea. Me lo dijiste hace tiempo y no quise creerte, pero es cierto. ¿Y por qué viniste a verme?
-¿No me vas a echar la bronca? ¿No me has citado para eso?
-Yo no soy de echar broncas, Manuel. Solo quería saber si tu cambio de actitud se debía a algo.
-Bueno, ando algo revuelto. Pero no, no hay nada que debas saber.
-Tú sabes que me he desnudado ante ti mil veces. Me saqué el corazón y te lo ofrecí. Me entregué al máximo. Y lo intenté hasta el final. Incluso llegué a proponerte un proyecto de vida juntos. Y tú dijiste que no. No quieres estar conmigo. Elegiste no elegirme... Y yo lo respeté. Ahora soy yo la que elige. Y elijo sobrevivir. Y para eso no puedes estar cerca. Tienes que salir de mi vida.
-¿No podemos ser amigos?
-Tú y yo no somos amigos. ¿Cuándo te vas a dar cuenta de eso? A mí todo lo que tiene que ver contigo me produce dolor. Cualquier acercamiento me hace daño, así que, si me quieres, por favor, respétame. Tienes que saber que me afecta todo lo que haces. Si me dices o si no me dices, si haces o dejas de hacerme. Todo. Vendrán tiempos mejores. Ahora no puede ser. 
-Es que el cariño no se va de un día para otro, Candela. Y a mi me interesa lo que te ocurre. Paso por tu casa y siempre miro por si tengo la suerte de verte.
-Nos vamos a querer siempre, pero ahora no podemos ser amigos. Yo no sé lo que ha supuesto esta relación para ti, pero para mí está siendo muy complicado. Hace mucho que no soy feliz. Llevo demasiado tiempo triste y no puedo hacer esto a las personas que rodean porque ellas sí que me quieren. El terremoto pasó y no me puedo quedar devastada. Por eso no puedes entrar en mi casa. Tengo que construir nuevos recuerdos. Sin ti. ¿O es que te vas a venir conmigo?
-No puedo.
-No, no quieres, Manuel.
-Es más complicado, no sé cómo explicarlo. Además, sé que no aguantarías ni tres meses a mi lado, Candela.
-¿Y lo de presentarte debajo de mi balcón el otro día?
-Me hacía ilusión hablar contigo, que sepas que estoy ahí.
-¿Y qué hago yo con eso?
-Ya...
-¿Qué hago después de esa llamada? No quieres estar conmigo. No apuestas nada por mí. He dado tanto... Te he dicho, te he hecho, te he escrito. Me he entregado tanto que estoy vacía. Me sequé. Tengo la sensación de que nunca me has tomado en serio. Lo he pasado muy mal.
-Pero hubo buenos momentos.
-Siempre he sufrido a tu lado, Manuel. Siempre.
-Al principio, al menos.
-Ahora me doy cuenta de que el fondo nunca fui feliz del todo porque solo duraba unos días, siempre desaparecías y me quedaba sola. Siempre escapando. No entiendo ese modo de vida. 
-Te secaste...
-Me sequé (...). 


La luz de Candela - Mónica Carrillo.

jueves, 24 de abril de 2014

Poesía

Lo suficientemente ingenuo como para ponerme a buscar la Verdad, en el pasado me interesé -inútilmente- por bastantes disciplinas. Comenzaba a afianzarme en el escepticismo cuando tuve la idea de consultar, como último recurso, la Poesía; ¿quién sabe?, me dije, quizá me sea útil, quizás esconda bajo su arbitrariedad alguna revelación definitiva. 
Recurso ilusorio: ella me hizo perder hasta mis incertidumbres... 

E. M Cioran

miércoles, 9 de abril de 2014

El amor en pocas palabras

El amor a la humanidad nacido del sufrimiento se parece a la sabiduría que proviene de la desgracia. En ambos casos, las raíces están podridas y el manantial contaminado. Solo un amor espontáneo por los seres humanos que proceda de una abnegación sincera y de un impulso irresistible puede fecundar el alma de los demás. El amor que proviene del sufrimiento contiene demasiadas lágrimas y gemidos para que sus destellos no sean bañados por una claridad amarga; demasiada renuncia, demasiados tormentos e inquietudes para significar otra cosa que un inmenso retroceso. Ese amor que lo perdona todo, lo admite todo, lo justifica todo, ¿es aún amor? ¿Cómo amar cuando nos hemos despegado de todo? Esa clase de amor revela el vacío de un alma atrapada entre la nada y el todo, de la misma manera que para quien ha soportado derrotas amorosas el donjuanismo es el único recurso. En cuanto al cristianismo, es evidente que ignora el amor: solo conoce la indulgencia, la cual es más una alusión al amor que el amor mismo.

E.M Cioran