miércoles, 11 de septiembre de 2013

Porque sí.

Abandoné el mundo por un instante... y volví
porque me cansé de tanta perfección
que no conduce más que a la hipocresía.
Hoy quiero que la locura se adueñe de nosotros...

porque sí.

Rompamos todas las ataduras,
saltémonos todas las reglas impuestas...

porque sí.

Volvamos a ser como niños,
juguemos persiguiendo a personajes invisibles...

porque sí.

Y exhaustos,
mirémonos a los ojos,
besemos a la inocencia...

porque sí.

Quizás te entregue
hasta mi último aliento de vida...

porque sí.
Porque no necesito ningún motivo para quererte.

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