porque me cansé de tanta perfección
que no conduce más que a la hipocresía.
Hoy quiero que la locura se adueñe de nosotros...
porque sí.
Rompamos todas las ataduras,
saltémonos todas las reglas impuestas...
porque sí.
Volvamos a ser como niños,
juguemos persiguiendo a personajes invisibles...
porque sí.
Y exhaustos,
mirémonos a los ojos,
besemos a la inocencia...
porque sí.
Quizás te entregue
hasta mi último aliento de vida...
porque sí.
Porque no necesito ningún motivo para quererte.
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