He cambiado de ciudad buscando un minúsculo rayo de sol pero sigue escondido. Lo único que he encontrado ha sido más daño y más lluvia. Una lluvia interna que no cesa. Una lluvia infinita.
Quizás algún día cese el temporal, pero lo veo lejano. Desde aquí solo se divisan nubarrones tan espesos que parece que se va a acabar el mundo.
Lo único que me queda es esperar metida entre mis mantas a que llegue...
la primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario