domingo, 10 de febrero de 2013

Abuso de conciencia

Esta casa en la que vivo se asemeja en todo a la tuya: la disposición de las habitaciones, el olor del vestíbulo, muebles, la luz oblicua por la mañana, atenuada al mediodía, solapada por la tarde; todo es igual, incluso los senderos y los árboles del jardín, y esta vieja puerta semiderruida y los adoquines del patio. 
También las horas y los minutos del tiempo que pasa son semejantes a las horas y a los minutos de mi vida. En el momento en que giran a mi alrededor, me digo: "Parecen de veras. ¿Cómo se asemejan a las verdaderas horas que vivo en este momento?".
Por mi parte, si bien he suprimido en mi casa cualquier superficie de reflexión, cuando a pesar de todo el vidrio inevitable de una ventana se empeña en devolverme mi reflejo, veo en él a alguien que se me parece. Sí, que se me parece mucho, lo reconozco.
¡Pero no se vaya a pretender que soy yo! ¡Vamos! Todo es falso aquí. Cuando me hayan devuelto tu casa y tu vida, entonces encontraré mi verdadero rostro.

Jean Tardieu.

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