sábado, 9 de febrero de 2013

Me gusta hacerme daño

Sabía que era difícil,
que la distancia no ayudaría,
que tienes siete años más que yo,
que tienes otros proyectos,
que tienes otras ambiciones,
que eras mucho más maduro,
que tus relaciones pasadas seguían presentes,
que detestabas el tabaco,
que no te agradaba que desfasase,
que a veces no me entendías,
que lo que menos querías eran más preocupaciones,
que no te gustaba mi flequillo,
que no era el momento,
y aún así, me enamoré.
¿Y qué hago yo ahora con este corazón
que no entiende de prioridades?


"Te confieso que no atino a encontrar la calma. Nada ansío más y es lo que menos tengo"

No hay comentarios:

Publicar un comentario